En la astrología védica, ciertos planetas actúan bien cuando en un horóscopo están en combinación con ciertos planetas y dan resultados negativos cuando están asociados con otros. Esto depende de si un planeta considera al otro como un amigo, neutral o un enemigo.
El Sol y Saturno son enemigos. ¿Cuál es la razón detrás de esto?
La leyenda del Sol y Saturno
Cuenta una leyenda que el dios Sol brillaba tanto, que su brillo era capaz de quemar. Sadnya, su esposa, debido a esto sentía constante malestar. Un día no pudo soportar más su calor y decidió marcharse a la casa de su padre. Sin embargo, no quería que su esposo notara su ausencia, por lo que dejó a su sombra tras ella. Su sombra, llamada Chhaya, tenía la misma apariencia que ella, y le ordenó que tendría que desempeñar su mismo papel, para que nadie notara la diferencia.
El Sol nunca notó que no era su verdadera esposa la que estaba con él, sino que era la sombra de ella. Chhaya quedó embarazada del Sol. Chhaya era muy devota de Shiva, el dios del universo, y mientras estaba embarazada pasó largos períodos en intensa meditación y penitencias.
Debido al calor interno generado por su ferviente meditación, cuando Saturno nació fue de complexión oscura. El Sol, al ser de complexión clara, se enfureció al ver a Saturno, ya que pensó que no era hijo suyo. Saturno, por su parte, le lanzó una mirada extraña a su padre (lee más sobre la mirada destructora de Saturno aquí), lo que causó quel el cuerpo del Sol se oscureciera. Además, los caballos del carruaje en el que iba quedaron inmovilizados y el Sol quedó indefenso. Preocupado por la situación, el Sol le pidió ayuda a Shiva, dios del universo.
Shiva le explicó el Sol que la madre de su hijo era la sombra de su esposa, y que el color escuro de su hijo era producto la ardiente meditación de esta. El Sol calmó su furia y comprendió, pero esta historia marca el inicio del tipo de relación entre padre e hijo.
El Sol y Saturno en astrología védica
Debido a esta historia podemos ver que desde un inicio, el Sol y Saturno no se llevaron bien, por lo que en astrología védica se les considera enemigos.
El Sol, con su luz y brillo enceguecedor, representa el espíritu. El espíritu es lo opuesto a la materia. Sin embargo, la sombra de su esposa, implica materia, ya que la sombra no puede existir sin algún tipo de materia que se interponga ante la luz (el espíritu). Por lo tanto, Saturno es producto del espíritu mezclado con la materia.
Esto quiere decir que son padre e hijo de características totalmente opuestas. Si se encuentran juntos en un horóscopo, representan un choque de energías contrarias en la casa en la que se encuentren. El área de la vida que represente esa casa puede quedar afectada.
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